La leña de haya, perteneciente al grupo de maderas duras aunque menos dura que la encina, destaca por encenderse fácilmente, arder bien y producir tanto llama como brasa. Es reconocida como la opción más limpia, generando menos humo, ceniza y hollín en comparación con otras variedades de leña.

Esta leña es especialmente adecuada para chimeneas cerradas, aquellas de hierro con cristal o piedra refractaria, así como para hornos de pan y pizzas. La leña de haya, al generar abundante llama, calienta rápidamente los hornos, elevando la temperatura de manera eficiente. En chimeneas de hierro, recuperadores y hogares con piedra refractaria, la llama de haya se destaca como la más eficaz para calentar el ambiente, permitiendo ajustar la tirada sin generar humo ni hollín.

El haya, un árbol de clima continental presente en Cataluña, se encuentra en áreas frescas y húmedas, creciendo rápidamente. Aunque su madera tiene más humedad que la de encina, contiene menos alquitrán, lo que la convierte en una opción más limpia.

La leña de haya es idónea para asar calçots y otros alimentos que requieren brasa, aunque no es tan consistente como la de encina. Es también eficaz para encender fuegos de corta duración, y sus virutas se utilizan comúnmente para este propósito. Incluso cuando está verde, la leña de haya puede arder, aunque con una ligera dificultad adicional en comparación con cuando está seca.